La piedra El caballo

Caamaño ¿Qué es la piedra el "Caballo"? La piedra el "Caballo" es uno de esos caprichos que creó la madre Naturaleza, como son la piedra el "Pinillo," la piedra el "Camello," la piedra "Redonda"... Y otras muchas figuras de piedra, que abundan por el término de La Adrada y que esculpió el mejor escultor que ha habido en el Mundo. Dios.

La piedra "el Caballo" es todo un símbolo, que daba nombre a toda un zona de terreno aquí, en La Adrada. Es una enorme piedra maciza, que mirándola detenidamente y con un poco de imaginación, representa la figura de un caballo, tal vez más grande que el de Troya, tal vez diez veces mayor que un caballo normal.

La piedra está ubicada a la altura del kilómetro ochenta y dos de la carretera comarcal quinientos uno, justamente enfrente del complejo turístico "La Cabaña" en una finca particular, que por esos avatares de la vida ha ido cambiando de dueño.

Como ya hemos dicho antes, la piedra daba nombre a toda una zona, donde se sembraban las mejores judíás, las mejores sandías, los mejores melones... "¿De donde vienes?" Le preguntaba un vecino a otro. "De regar de la piedra el Caballo", contestaba el otro."¿Dónde tienes sembradas las judías?" preguntaba otro de los vecinos. Y el preguntado respondía: "En la piedra el Caballo".

Al construirse el complejo turístico "La Cabaña", a esa zona dejó de llamarse la piedra " el Caballo" y ahora se dice : "Voy a La Cabaña" o "Vengo de La Cabaña". Todas esas fincas que antaño se sembraban, al dejar de hacerlo se cubrieron de maleza, ocultando la piedra "el Caballo" a la vista del todo el que pasaba por la comarcal quinientos uno, hasta tal punto, que muchos de los turistas que nos visitan y que son muy aficionados a esas esculturas naturales, ignoraban que la piedra "el Caballo" existía.

El actual propietario de la finca donde está ubicada la piedra (que cuando escribo este artículo no sé quien es), ha tenido la feliz idea de limpiar la maleza de la finca, quedando la piedra a la vista de todo el mundo.

Un amigo mío que lleva sangre de La Adrada y por tanto la quiere mucho, me dijo que estaba sacando fotografías de todas esas esculturas de piedra, que ha tallado la mano de Dios, y que le gustaría sacar una de la piedra "el Caballo" y me pidió que, averiguase quien era el actual propietario de la finca, para pedirle permiso para entrar y poder sacar dicha fotografía.

Le prometí que así lo haría. Pero aquella noche tuve una gran pesadilla, tuve un sueño espantoso, en el cual soñé que la piedra "el Caballo" no existía, que alguno de sus anteriores propietarios, habían mandado trocear la piedra para mampostería. Y en mis sueños me preguntaba: ¿Quién se había atrevido a romper ese símbolo hecho por la mano de Dios? ¿Quién le había dado permiso para cometer esa tropelía?

Cuando me desperté estaba en un mar de dudas, tenía en mi mente tal confusión que no sabía definir si era cierto o había soñado, y con mi pierna renqueante, me fui a comprobarlo con mis propios ojos. ¡Allí estaba la piedra! Como siempre, como hace mil años, como hace millones de años, majestuosa, inmóvil, altiva...

Allí estaba uno de los símbolos de La Adrada. Allí está, y espero que para siempre, esa escultura hecha por la mano de Dios. Para que podamos contemplarla los adradenses, y todos los forasteros que nos visitan. Y para que mi amigo pueda sacar esa fotografía que tanto desea.

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