Sonetos
XVIILA MANZANAEn la huerta entré una mañana sin que se diera cuenta el hortelano; me coloqué debajo de un manzano y le quité una espléndida manzana. ¡Que hermosa! ¡Que dulce! ¡Que lozana! -me dije al tenerla ya en la mano- Pero de pronto le salió un gusano y de comerla me quitó la gana. Al ver ese gusano sinuoso salir de la manzana ya podrida, pensé que este mundo es engañoso. Y que pasan a veces por la vida, mujeres con el cuerpo muy hermoso y que tienen el alma corrompida. XVIIILA NOVIA DE MI PRIMOMe gusta mucho la novia de mi primo, me gusta, porque está que explota, y tengo miedo por si él lo nota y pierdo su amistad, que tanto estimo. No quiero a mi primo darle el timo pero algo de mi cuerpo se alborota, y destilo sudor gota a gota cuando bailo con ella y me arrimo. Tiene un cuerpo muy grácil y bonito y al andar se asemeja a una gacela. Es su voz un alegre gorgorito, es su piel del color de la canela, cuando bailo con ella me derrito lo mismo que la cera de una vela. |
XIXTODAS LAS TARDESTodas las tardes cuando el sol moría para ir a nacer a otros lugares, refrescaban sus secos paladares con el agua del pozo limpia y fría. El mozo después se entretenía en contarle a la moza los lunares, pero unas veces nones y otras pares nunca la cuenta exacta le salía. Vino la madre y se llevó a la moza, y desde aquel día está el mozo que ni brinca, ni salta, ni retoza. Todas las tardes va a beber al pozo y cuando el agua con sus labios roza se le escapa un tristísimo sollozo. XXCOMO BUSCA...Como busca la cábila sedienta el agua del oasis del desierto, como la frágil barca busca el puerto cuando en el mar azota la tormenta. Como busca la tortolilla hambrienta las cerezas maduras en el huerto, como un mendigo que de frío yerto busca el rayo de sol que le calienta. Así te busco yo continuamente, así te busco yo y no te encuentro aunque siempre te tenga muy presente. Te seguiré buscando ciegamente, porque esta sed de ti que llevo dentro no la puede apagar ninguna fuente. |