La sierra
Yo miro mucho a la sierra, la miro cada mañana y la hecho unos piropos que a mi me salen del alma. Cuando llega mediodía vuelvo otra vez a mirarla, y la llamo rebonita y la llamo resalada. Al finalizar la tarde vuelvo otra vez a mirarla, y la vuelvo a echar piropos y la vuelvo a llamar guapa. De un bonito color verde tiene la sierra una capa, que la protege del frío y sus desnudeces tapa. La capa se la hizo ella que es costurera avezada, y con prontitud remienda siempre que se la desgarran. La capa tiene de adornos unos hilillos de plata, que son sus limpios arroyos y sus alegres gargantas Sobre la capa se posan miles de aves que cantan, y las inquietas ardillas juguetean a sus anchas. |
Mas cuando llega el verano |