Un rayo de esperanza
Así le dijo a su madre una moza de La Adrada: -Madre me voy a la fuente a por un cántaro de agua -No vayas que es muy de noche déjalo para mañana. -No tema madre, no tema que no me va a pasar nada, que hay un mocito en la esquina que a la fuente me acompaña -Ese mozo que te espera no tiene hacienda ni casa, y se encuentra trabajando como mozo de labranza, en la casa más lujosa que tiene la calle larga; y tú, al hijo de su amo ya le diste calabazas; en cambio has dado el sí a ese gañán con abarcas -Es que el hijo de su amo es demasiado bocaza. También bebe demasiado y juega mucho a las cartas; y cuando muera su padre la hacienda la despilfarra -Piénsalo bien, hija mía, que esos tienen muchas vacas, muchos prados, muchas viñas, y tendrás hasta criada -Ya lo tengo bien pensado; salga el sol por donde salga, yo me marcho con mi novio aunque tenga que ir descalza; pues tiene en el Torrejón una casita arrendada -Pues hija; si así lo quieres y si de veras te marchas; vuelve pidiendo perdón si regresas a esta casa- |
Se han pasado más de un año |